miércoles, 16 de diciembre de 2009

Álbumes de una década sin nombre: The Invisible Man - Mark Eitzel (2001). Redención vía Pro Tools

Mark Eitzel. Buff. Como dice un amigo blogger, esto no lo aceptan los estómagos de todos los oyentes. Lo digo porque este señor puede ser la cosa más aburrida del mundo o encontrar, con un poco de suerte, por algún sitio la gracia.
También lo digo por propia experiencia. Y también por la cabezoneria del señor Eitzel. Me explico. Sus conciertos suelen ser de una aridez total, donde algunos saben extraer el máximo de la guitarra y la voz, el señor Eitzel naufraga estrepitosamente. Todo su cancionero parece igual, a veces con una afectación que podría igualar al Lluís Llach, y por supuesto, aunque haga broma con el público entre canción y canción, él interpone un muro infranqueable, donde las canciones, rara vez tienen respuesta por parte del respetable.
Aquí quisiera poner algo de opinión. Bajo mi punto de vista, los cantantes trabajan con canciones y estas, tienen que ser un todo, tanto la letra como la música (hablo aquí de la mayoría de canciones que se interpretan en el rock, folk, cantautor, pop, soul, obvio los músicos que fundamentan su repertorio con música instrumental), lo que el señorito Mark tanto le da, él quiere contar su historia, aunque la música se resienta.
Mark fue durante muchos años cantante principal de los American Music Club, un grupo con bastante prestigio en América, sobre todo en ámbitos alternativos, hasta que en 1993 decidieron disolverse. Y Mark empezo su carrera en solitario con álbumes como Caught in a Trap and I Can't Back out 'Cause I Love You Too Much, Baby o 60 Watt Silver Lining, donde tenemos nuestro amigo en su salsa, discos que ponen a prueba nuestra paciencia, ninguno de estos dos tienen un mísero single, alguna canción si que podemos encontrar que destaque, como por ejemplo "Cleopatra Jones", del último álbum mencionado. 
Para suerte de Mark, Peter Buck de los R.E.M. le ayudó en su álbum West, y se nota. Encontramos aquí canciones más amables y con más color: Pianos, acordeones, variedad en definitiva, temas más potables y todo está más equilibrado como en "Free of Harm" y "Then It Really Happens".
Y The Invisible Man fue su siguiente paso, y un acierto, al menos así lo creo. El señor Eitzel se encontraba sin banda a principios de década, y decidió comprarse un Mac y un equipo de Proo Tools (para los que no esteis familiarizados en estos términos os dejo un enlace →aquí y →aquí). Obviamente la jugada le salió muy bien, es un buen álbum que bascula acotado entre la música electrónica y algunas gotas de pop, country, rock y música de "songwriter".
Hagámos un pequeño repaso. Empieza con "The Boy With The Hammer In The Paper Bag", toda una declaración de intenciones, ritmos claramente maquinales, un piano resonante en la canción, y un "relleno" ambiental muy conseguido. Un, más que meritorio comienzo.


A pesar de este impresionante comienzo, el Mark no renuncia del todo a su vertiente más "songwirter" y afectada, temas como "The Global Sweep of Human History" o "Without You" así lo atestiguan, pero se salvan por la cuidada instrumentación y por el hecho de que sólo sean dos. "Bitterness", el tema más arriesgado y más electrónico del disco, sin embargo muy acertado.


"Sleep", un tema onírico y lo más ambiental del álbum. Resonancias, y más resonancias, flotar y flotar como decía Pennywise. "To the Sea", sin duda, el tema estrella, piano, guitarra, ritmos electrónicos, efectos ambientales, todo está sumamente equilibrado.


Y para terminar el repaso, "Proclaim Your Joy", un tema hecho en cinco minutos, utilizando tres acordes. Tiene que ser los temas con más marcha que habrá compuesto nunca y que tampoco tiene pérdida.


La carrera posterior de Mark ha sido bastante desigual, aunque al menos, ha experimentado, como hizo en su recopilatorio de versiones en Music for Courage and Confidence, bastante sui generis, donde encontramos una correcta interpretación del "Ain't No Sunshine" de Bill Withers. En The Ugly American, el señor Eitzel hace una reinterpretación de algunos temas de American Music Club con una banda de músicos griegos. También ha tenido tiempo de reunificar los American Music Club, sacando en 2003 el álbum Love Songs For Patriots y en el año 2007 The Golden Age.
Candy Ass del año 2005 fue un intento de retomar la senda de The Invisble Man, pero no tiene el nervio y la genialidad que logró en su antecesor. Y en este año presente ha sacado su último trabajo, Klamath, en la misma línea, pero peor aún, suena aburrido y sin ninguna concesión cara a la galería, como si todos los aciertos del disco que os he comentado hoy los esquivara intencionadamente. 
The Invisible Man,  creo que es un trabajo único y que no se volverá a repetir. Sin embargo el prestigio de Mark está asegurado y aunque musicalmente sus siguientes trabajos no son demasiado recomendables, al menos ha sabido arriesgar y no tener miedo de hacer cosas diferentes.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Recomendaciones MySpace: Fredrik Svensson. Límites polares

Una tarde como ésta, deprimente, ventosa y airada, me ha dado pie para dar vueltas por el MySpace, y me he encontrado al amigo Frederik. Como algo relacionado con lo que estoy leyendo últimamente, cuando te dedicas a buscar imposibles, te encuentras el caos y el desorden absolutos. Y esto es la música del intérprete de Nyköping. Música experimental sin concesiones, tanto se hace con la guitarra como suelta su compulsión más electrónica y tecnológica, machacándonos sin piedad. No recomendaré ninguna canción, hacedlo vosotros. Yo lo encuentro estimulante eso de ir al límite de los gustos musicales, te mides y te conoces un poco más. Aunque supongo que alguno de vosotros, lo que perderá serán los nervios. Os dejo con el enlace:

viernes, 11 de diciembre de 2009

All Of Me - Angus and Julia Stone. El poder de lo mínimo

Chocolates and Cigarettes tiene de ser de los mejores EP's publicados en la presente década, con el permiso del Woman King de los Iron & Wine. Seis canciones que escapan del presunto adormecimiento que hacen gala algunos cantautores o songwirters. Y "All Of Me" va mucho más allá, con lo mínimo de música, nos traspasa con su tristeza y emoción a partes iguales. Disfrútadla tanto como yo. ¡Saludos!

martes, 8 de diciembre de 2009

Álbumes de una década sin nombre: Maria - Adrià Puntí (2002). Homenaje a la madre

A los que me leeis en castellano supongo que será de las primeras veces que os suena este cantante. Quién es Adrià, o quién era? Decir que ha sido uno de los mejores intérpretes y compositores en catalán, es fácil de decirlo, pero lo que trato de hacer es analizar, y a ser posible, sacar una visión global. El Adrià Puntí es reverenciado por gente tan diferente como Enrique Bumbury, Pau Vallvé o Miquel Abras, y se ha convertido en uno de los cantantes más imitados por su voz, y su particular visión artística. Miembro fundador y cabeza pensante del grupo Umpah-pah,  hace poco ha salido un álbum homenaje a esta banda, donde se apostilla como "el grupo más original y con más talento del rock catalán". Bueno, suena bastante pedante, rimbobante y desafortunada esta frase entre comillas, pero tampoco están tan equivocados, un álbum como Raons de Pes hace lo que se llamaba Rock Catalán no sea sólo un montón de música para el estudio antropológico, sino que había calidad en medio de tantos aspavientos.
Justo después de la apresurada disolución de Umpah-pah, Adrià no perdió tiempo, se alía con el Quimi Portet (ex-El último de la Fila) y al año siguiente saca su primer álbum en solitario: Pepa la Llarga i..., para mi gusto un álbum flojo, donde salvo alguna canción dispersa el resultado no fue el esperado. Dos años más y el Adrià y Quimi tuvieron tiempo suficiente para madurar y parieron el siguiente disco, L'Hora del Pati. Aquí sí que todo el imaginario de Adrià queda desplegado, letras y música aciertan, todo un álbum lleno de hallazgos.
Y llega el año 2002 y otra vez con la ayuda del Quimi, sale el disco que os comento, Maria. Obviamente con doble sentido, homenaje a la madre del señor Puntí y a la planta que sirve para fumar y reír. ¿Que nos encontramos? Pues todos los aciertos de L'Hora del Pati están aquí ampliados además una vertiente más psicodélica y surrealista, no existe la pesadez de su primer disco y las referencias infantiles del segundo están muy de pasada.
Miremos algunas canciones. El álbum comienza con la intro "Hecatombe Núm.. 33", una locura muy al estilo El Último o como hace el Quimi en solitario. Después de descentrarnos momentaneamente, Adrià nos azota con una tríada genial. "Tomb", una canción con ecos psicodélicos, con una melodía y una letra sólida como una roca, de las mejores del "saltenc". Enlaza con "Mixeta", una canción medio calmada, medio triste, genialidad en estado puro, pero con la naturalidad que al señor Puntí le sobra. En grupos recientes como los Manel, echo de menos esto, no es necesario retorcer y forzar las letras, o buscar el absurdo porque sí. "Lerele", otra canción firme y bien hecha con un teclado deliciosamente retro.
"De muda en muda" aquí vuelvo a ver la herencia de El Último y en la letra es como un eco lejano del Umpah-pah. "Senyor Doctor" la vida del Adrià y de acontecimientos que en los años siguientes lo marcarían. "Flors i Violes", una versión del Quimi Portet, una canción directa al corazón, triste, melancólica, aquí con la voz de Puntí que suena profética y como dice la canción, eterna, de las mejores de este álbum.  


Y la canción que culmina esta recopilación, "María", un tema de amor a su madre y a las madres, donde todo lo que es Adrià está concentrado aquí, amor, psicodélica, surrealismo al estilo de Pau Riba y la letra de nuevo saliéndose de la media.

 

Desgraciadamente después de este magnífico álbum, todo se torció. El Adrià ha renunciado a su nombre artístico y ahora se llama Josep Puntí, su nombre verdadero. Ha tenido problemas de salud, con la discográfica, y aunque ha vuelto a los escenarios, lo ha hecho de una manera errática, fallando la mayoría de las veces. Josep, Adrià, si lees esto sólo espero que vuelvas a grabar y que seguimos disfrutando de tu música. Vamos todos, a dar un paseo, a pesar de que las calles esten tristes.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Big Group Breakfast - Old Man Luedecke. La mejor manera de empezar el día

 Os explico un poco lo que rodea el vídeo que os presento hoy. Una mañana a punto de llover, en uno de estos pequeños festivales americanos que parecen tan domésticos, los espectadores que se levantan se encuentran con una agradable sorpresa. Les está despertando uno de los músicos del festival a golpe de banjo. Con una presentación musicalizada. Sin micro. Y con los sorprendidos oyentes haciendo los coros. Yo no sé vosotros, pero dejadme que me maraville con esa naturalidad y al mismo tiempo generosidad de Old Man Luedecke. Ya quisiera ver a las estrellas musicales de aquí haciendo lo mismo. Bueno, nunca lo harán, están demasiado pringados en salvaguardar sus privilegios de la edad de piedra. Recomiendo por último, el álbum Proof Of Love, donde se incluye esta canción. ¡Que la disfrutéis!

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