Con un pie en la cima y el otro en el abismo
Hoy quiero recordar uno de los grandes álbumes de los 90 y quizá la mejor obra de este cuarteto californiano. Diré también que es una obra hija de su tiempo y con algunos tópicos del rock and roll que ellos tampoco esquivaron. En este trabajo encontraréis un toque de surrealismo, un punto donde se abordan las relaciones personales, quizás una gota de existencialismo y pesimismo, y musicalmente hay momentos en que se nota la pesadez de los instrumentos, que tampoco ñp eluden, sino que lo abrazan por completo. Sin embargo, el éxito indiscutible que lograron, el talento vertido, el sueño de cualquiera de poder reinar sobre un escenario se truncaron por las malditas adicciones, sobre todo del cantante, que al final fueron lo que puso punto final a su vida. Se repite la historia, donde una infancia marcada puede destruir una carrera llena de logros alcanzados.
Hagamos una breve pincelada sobre la trayectoria de los Stone Temple Pilots hasta el lanzamiento del álbum que hoy os recuerdo. El pilar de esta banda ha sido Robert DeLeo, el bajista, quien formó la banda desde el principio y ha aportado la mayor parte de la fuerza creativa en la música. Él fue quien conoció al cantante y compositor de casi todas las letras, Scott Weiland, a mediados de los años 80, y fue entonces cuando la banda comenzó a caminar, con Eric Kretz en las baquetas y el hermano de Robert, Dean DeLeo en la guitarra, después de que la formación sufriera muchos cambios de componentes y también en su nombre original, que era Mighty Joe Young y que tuvieron que cambiar porque ya había otra banda que utilizaba el mismo nombre. Desde un comienzo hubo muchas sospechas de que la banda probó muchas maneras de escalar y por eso se les ha acusado de ser una banda de laboratorio, que la voz de Scott se parece mucho a la de Eddie Vedder, etc. A principios de los 90 ya tienen una buena base de fans en San Diego y en 1992 lanzan Core, un excelente álbum debut, muy bien recibido por todo el sector alternativo y por la crítica. Y llegamos al año 1994, con el lanzamiento de este álbum del que ahora os desgloso algunos de los temas que lo conforman.
Abren fuego con "Meatplow", un tema lleno de guitarras pesadas con un más que logrado solo y donde Scott sin rodeos nos muestra un texto heredero de Orwell en "1984", ya sabéis, que nos chantajean con nuestras imágenes, con el odio y el Gran Hermano corrige nuestros errores.