Ya va cambiando el tiempo y te das cuenta como los días pasan, de terminar la primavera a sorprendernos por los primeros gestos del otoño, esta calor envejecida, que le cuesta marcharse, quizás no es tan fuerte pero igual de molesta. El huerto ya no fructifica como los primeros días y todo toma un color terroso y seco. Y desde aquí recuerdo las jornadas pasadas, de los meses que caen a velocidad de vértigo y que a pesar de los esfuerzos, muchas paredes aún no se derrumban. Que tengais un feliz día!
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