Caminar a lo largo de los años proporciona perspectiva y quizás uno no haya cometido tantos errores. Es en este punto, alrededor de esos años, cuando me elevaban de manera exagerada a algunos lumbreras. Dejemos las cosas claras, el señor Julian estaba destinado a ser un nuevo Bowie, incluso a ir en paralelo al señor Peter Murphy, pero nada más lejos de la realidad. Después de un inicio en solitario más que prometedor, el señor Cope fue desvariando, sus discos en los 90 son infumables, que cuando llegó el momento de hacer un disco comercial para consolidar una carrera, se le fue la olla y se dirigió a vías muertas. Me hubiera gustado decir en el año 88 que un año antes había visto a un Peter Gabriel en el punto álgido de su carrera, que el señor Cope tendría que reencarnarse mil veces para parecerse un poco a él, pero no tuve la suficiente perspicacia, por eso hoy he tomado esta instantánea y trataré de enviársela a mi yo de entonces...