Tengo afecto a esta banda, iluminaron algunos pasajes en mi camino por los años 80 y me dolió mucho este álbum, para mí su peor disco, intentaré ser razonable, ecuánime, con ojos del siglo XXI y hacer una crítica lo más ajustada posible.
Los Smithereens debutaron con dos álbumes más que notables como son Especially for You y Green Thoughts, álbumes con un evidente sabor retro, pero que en manos de un gigante de la producción como es Don Dixon pudo equilibrar toda la parte nostálgica y se hicieron unos álbumes que a ojos alternativos eran más que aceptables. Sólo decir que Kurt Cobain mientras trabajaba de transportista se empapó bien de todo el pop del Especially for You y que él mismo reconoció. Para mí las cosas se empezaron a torcer con el siguiente disco, 11. No es un mal álbum, pero aquí cambiaron de productor y empezaron a forzar toda su vertiente más pretérita y deudora. En efecto, los Smithereens son una banda de fans, unos fans acabados de los Beatles, de la British Invasion, de los Beach Boys, de la Motown, de todos los grandes nombres en el rock y en el pop de los 60 y 70 y me parece bien, pero para crear necesitas algo más que saberte todos los acordes que emplean los Rolling Stones. Y es cuando llegamos al disco que analizamos hoy y además, en unas fechas muy paradigmáticas, lo sé, utilizando el recurso del toro pasado, de ver las bandas, las fechas, los singles, todo lo que seguro que Mike Mesaros y los demás no olvidarían.
Así pues, que es este disco? Pues es una mirada atrás, es querer ser un beach boy, un fab four, una ronette y no saber que la historia de la música estaba a punto de dar un giro de guión bien sonado. Se dejaron llevar por sus gustos y se vieron todas las costuras, todas sus influencias quedaban al descubierto y ojalá les hubiera servido, pero lo que pasó es que parecía una banda anclada en el pasado y la historia, inmisericorde, los pasaría por encima en cuestión de días. No ayudó nada el productor, el Ed Stasium, que quizá para otras bandas hubiera funcionado, pero en el caso de la banda de Jim Babjak fue muy contraproducente. Duele, porque el cantante y creador de casi todas las canciones como es Pat DiNizio es, era y sigue siendo todo corazón, con una voz muy especial, duele porque a la postre la banda ya no podría aspirar a más. Hacemos un poco de repaso de este trabajo.
De todo lo dicho antes, este álbum se inicia de manera más que obvia, más esclarecedora, como es la primera canción y el primer single, "Top of The Tops", un homenaje a los charts, a los temas que servían para atraer y para vender vinilos. Un tema que también es paradigmático, quiere ser mitad y mitad de rock y pop, con un estribillo pegajoso y repetitivo. Es incluso divertido, es como hornear un pastel para María Antonieta mientras las pescaderas revolucionarias ya están muy cerca de Versalles. O el mismo, un single que quiere ser rock, quiere ser surf, quiere ser pop y el resultado es bien escaso y se pierde por el camino.
Tenemos por fin, una canción que está muy bien realizada y que sin lugar a dudas habría sido un gran primer single y con éxito asegurado, es inexplicable la elección de tonadas para promocionar el álbum, porque "Get a Hold of My Heart" es un grandísimo tema, lo mejor de la cosecha del 1991 de los Smithereens. Reconozco que las veces que me he puesto a escuchar el Blow Up voy a piñón fijo y hasta hace muy poco no he descubierto toda la dimensión de esta canción. Coescrita junto con Diane Warren, tiene un sobresaliente soporte orquestal, extraordinariamente arreglada, con un gran trabajo en la voz de Pat DiNizio y el estribillo magnifico con la Diane y encima, esta composición tiene dos puentes, que no malogran en nada la composición, al contrario, la realzan. Escuchadla y decidme que pensáis.
"Now and Then", canción compuesta por Jim Babjak vuelve a pecar de todos los males de este disco, que se hace eterna, repetitiva y no acaban de coger el tono. "It 's Alright" otro tema que parece descartado de las sesiones del 11, suena potente, con un buen solo a cargo de Jim y los coros están acertados, pero no deja de ser el típico tema power pop de siempre, el puente no me convence, se hace demasiado largo y la canción se resiente. En cambio "Girl in Room 12" está bien resuelta, suena firme, compacta y con un ritmo imparable, con un buen trabajo con la guitarra y para mí es la segunda mejor canción del álbum.