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jueves, 10 de octubre de 2024

Hoy hace 30 años: The Cult - The Cult. 1994, un gran año para la música


Mirando al pasado para abrir camino en campo minado

Como mencioné en mi artículo sobre el álbum Ceremony (➜ AQUÍ), en este siguiente disco es donde Ian Astbury tomaría las riendas, porque sabía que tenía muy poco margen para innovar o, al menos, romper con la imponta que The Cult tenía como banda de hard rock, con todos los típicos tópicos de este tipo de formaciones. De hecho, atravesaron momentos muy autodestructivos durante la gira del Ceremony y ya en ese entonces, la colaboración con Billy Duffy era muy difícil.
Pongámonos en situación: el grunge estaba en su apogeo, y bandas como Metallica también habían emprendido el camino alternativo, horrorizando a más de un fan. Lo que hicieron nuestros amigos, y creo que en parte hicieron bien, fue mirar hacia atrás, y de hecho, este álbum es un gesto de deconstrucción, de beber de donde la crítica los había encumbrado. Así es, nuestros amigos se fijaron en su álbum Love, con esa psicodelia con algún toque gótico tan "sui generis", como idea para rehacer su camino y evitar convertirse en otro dinosaurio que se repite como un loro. Lamentablemente, ya no lograrían crear canciones como "Revolution", "Nirvana", "Hollow Man" o "Rain". En este álbum hay tonos un poco más oscuros, un poco más sórdidos, pero no tienen el carisma, el glamour o la potencia de su disco de 1985 y, como era de esperar, tras esta fachada renovada se esconde, aunque Ian no pueda evitarlo, todo el trasfondo hardrockero, Billy Duffy permitiría cambiar algunas cosas, pero todos los álbumes más potentes y, en definitiva, más exitosos también dejaron su huella permanente en la banda.
Estos últimos días no he parado de escucharlo, y en mi opinión no alcanza el nivel de Sonic Temple, aunque sí creo que está en paralelo con Ceremony. No tiene un sencillo tan claro como "Wild Hearted Son", pero no hay tantas canciones de relleno; los temas que podríamos llamar secundarios aquí son mucho más sólidos.
El inicio de este álbum no puede ser más anticlimático, extraño, con un piano y un bajo que nos sumergen en "Gone", recordándome un poco al comienzo de "Dazed and Confused" de Led Zeppelin. La melodía atraviesa capas de una guitarra desatada en un tono Hendrix, alternando con momentos más calmados. Si querían descolocar a sus incondicionales, definitivamente lo lograron. La letra trata sobre el mundo adolescente, donde te han dejado sin novia y colgado de alguna sustancia poco recomendable.

 Gone - The Cult

El primer single fue "Coming Down (Drug Tongue)", que sí  habría sido un tema de inicio de àlbum espectacular; aquí predominan los efectos de guitarra y la poderosa voz de Ian. Es una canción que no resulta empalagosa y se mantiene firme como un roble centenario. De nuevo, se aborda el tema de las sustancias, con un trasfondo hippie que nos deja entrever por dónde van los tiros.
 
Coming Down (Drug Tongue) - The Cult
 
Un tema que se acerca mucho a Love es "Real Grrrl", con esas guitarras que en ciertas partes tienen un toque psicodélico, mientras  en otras se inclinan hacia un rock más duro, con Ian declarando que está coladísimo de su chica.
 
Real Grrrl - The Cult
Si hay un tema en el que The Cult hace el máximo esfuerzo por liberarse de su lastre más hardrockero, es "Black Sun". Seis minutos de una pieza musicalmente cautivadora e incluso solemne, que diría tiene cierta sintonía con el legado de The Doors, donde Ian denuncia el acoso y el maltrato infantil, que él mismo también sufrió. Es uno de los temas que más me gusta de este disco.
 
Black Sun - The Cult
Otra melodía destacable es "Joy", que es una mezcla extraña, increíble, alucinante de un montón de cosas; hay una guitarra lacerante, un órgano que no podía ser más punzante y protagonista, e incluso el solo tiene un toque jazzístico, ¡sencillamente genial!
 
 Joy - The Cult
"Star" fue el  segundo sencillo y suena a The Cult de toda la vida, de arriba abajo. No habría desentonado en Ceremony o en Electric, aunque tiene un toque más psicodélico en la guitarra. Aquí, Ian vuelve con un tema devocional hacia su chica, rozando el fetichismo y lo que haga falta.
 
Star - The Cult

En "Emperor’s New Horse", Ian repasa su vida como rockero, desde su experiencia con las sustancias hasta su aburrimiento con la promoción en la BBC. Por otro lado, no es fácil desprenderse del pasado, y en "Be Free" suenan más tópicos, más en su línea, cayendo de lleno sin ruborizarse. Lo siento por sus detractores, es un tema que me encanta, con ese toque de "wha-wha" y el solo tan típico de Billy Duffy.
 
Be Free - The Cult
Y "Saints Are Down", en la línea de los temas lentos y tranquilos del Ceremony. Aquí, aunque parece que vuelve a dedicarle un tema a su novia, también reflexiona sobre la pérdida de poder de las creencias.
 
Saints are Down - The Cult
Lamentablemente, este trabajo no funcionó, las ventas fueron escasas, y lo que ya iba mal, fue a peor. Tras la gira, parecía que The Cult había terminado. De hecho, no volverían a grabar un álbum de estudio hasta siete años después, pero eso, amigos, es otra historia.

viernes, 2 de abril de 2021

Hoy hace 30 años: Mama Said - Lenny Kravitz. 1991, un gran año para la música

El retro que siempre vuelve

Saludos, amigos. Vuelvo para rememorar un nuevo álbum del inolvidable 1991, pero también es, como anuncia el anterior título, que esta recopilación de canciones es una mirada atrás, pero también lo fueron la mayoría de los movimientos del decenio de los 90, sólo el techno era un movimiento en evolución y que haría su revolución particular. Lo que se refiere al rock, al pop, al funky, el soul, a la canción de autor, el folk, todos llegaron a los noventa con las ideas agotadas y quizás también fue la grandeza de esta década, hacer una puesta al día con nuevos intérpretes, con nuevos arreglos y producción, con un mejor sonido y con algunas ideas renovadas.
Os pongo en situación. El bueno del Lenny ya se había estrenado en 1989 con Let Love Rule, un buen disco, con mucho sabor por el pasado y que se empezó a dar conocer en este mundo musical. De hecho no paró. Aprovechando el éxito moderado de este álbum se supo introducir en medio del estrellado, trabajando primero con la mismísima Madonna, componiendo la tremenda canción "Justify My Love", un éxito a nivel mundial y siendo reconocido por su trabajo. Lo siguiente, colaborando con el Sean Lennon, haciendo una nueva lectura del "Give Peace a Chance" de su santo padre John Lennon y con un montón de invitados para protestar contra la invasión de Irak en la Primera Guerra del Golfo, ya febrero de 1991. Como podeis ver el Lenny no perdió nada el tiempo y supo contactar y rodearse con gente del negocio.
Y llegamos al disco que nos ocupa hoy, que a pesar de ser de la década de los 90, es una mirada continua, rescatadora y reincidente de los grandes movimientos musicales de los 60 y los 70. Es un álbum trufado de medios tiempos y baladas, donde predomina la psicodelia, con gotas de soul y donde hay rock, pero menos de lo que podría parecer a primera vista.
El álbum abre fuego con "Fields of Joy", balada bucólica, tranquila y ensoñadora que se rompe momentáneamente con pirotecnia guitarrera, pero que recupera el tono tranquilo antes que finalice. Y luego tenemos "Always on the Run", uno de los grandes temas de aquel año, escrito a cuatro manos con el Slash de los Guns N' Roses, una canción potente reivindicado sin sonrojarse al Jimi Hendrix más explosivo, con un fondo de vientos más que notables. Este hit fue el gran gancho de este álbum y que catapultó a Lenny en las listas y de rebote, a toda su carrera. Tenemos también "It Is not Over 'til It' s Over", como no podría ser de otra manera, el señor Kravitz reivindica las grandes baladas del soul, bien secundando por una orquesta y con el resultado que se mimetiza perfectamente con los grandes temas los 60 y los 70. Una de las canciones que más me gusta de este álbum es "More Than Anything in This World", con sólo voz, batería y órgano, un excelente ejercicio minimal y que sigue claramente el rastro del tema que compuso para  Madonna el año antes. "The Difference Is Why" el tema que reivindica con más fuerza en el verano del 66, con recuerdos para Janis Joplin y los Jefferson Airplane. "Stop Draggin 'Around", un poderoso medio tiempo, rítmico, con una presente guitarra y un pegajoso estribillo. Y "When the Morning Turns to Night", la balada más lenta y parsimoniosa del disco, con el Lenny deleitándose, pero con buen órgano secundando el tema.
Mr. Lenny Kravitz después de este álbum tuvo una fructífera carrera en los 90 y sigue en la carretera hoy, en buena parte gracias a este disco. Rememorad aquel año y también, id más atrás en el tiempo. 

Always on the run - Lenny Kravitz

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