Al Vic lo conocí hace muchos años y de manera inconsciente en un disco de promoción del Rock de Luxe. Y desgraciadamente lo he vuelto a redescubrir cuando ya ha sido demasiado tarde, cuando se suicidó estas navidades, una época nefasta para la especie humana. Os dejo con una canción que es todo un reflejo del dolor. Visto ahora no deja ser un canto desesperado y escalofriante de cómo las dolencias físicas nos condicionan hacia el resto de los humanos y que nuestro músico de hoy sufría desde los 18 años. Vic, dónde estés, gracias por la música.
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