21/12/2009, 17:08, En algún punto de Cataluña. Hoy es uno de los días más infernales, fríos, y con las abominables fiestas navideñas ya muy cerca, y la verdad sea dicha, con pocas ganas de escribir. Y además tengo que hablar del señor Stevens, uno de los artistas más prolíficos, controvertidos, excesivos y que ha desarrollado su carrera en solitario en esta década sin nombre. Trataré de estar a la altura.
Nuestro invitado de hoy inicia su carrera en solitario en el 2000 con A Sun Came, un disco con claras connotaciones folkies, donde además toca muchos instrumentos que van desde el xilófono a la flauta, y con una característica que repetirá en todos sus álbumes y es la cantidad ingente de canciones que cuela, en este con los bonus tracks ¡hay 21!
Sin parar, y yendo a toda máquina al año siguiente ya tiene listo otro álbum Enjoy The Rabbit. Aquí fue donde nuestro amigo comenzó a desvariar, cuando se esperaba una continuación lógica de su disco de debut, Sufjan nos sorprendió con un disco de música electrónica e instrumental, donde dedicaba un tema a cada uno de los años con que se mencionan en la cultura china. Supongo que a más de uno, la broma no le hizo ninguna gracia, y la verdad es que no es un álbum fácil o digerible.
El señor Stevens volvió al redil, pero le salió la vena excéntrica y anunció que quería dedicar un álbum a cada uno de los estados unidos de América, osease, ¡50 álbumes!. Ni corto ni perezoso, empezó con su estado natal, Michigan o como reza el titulo: Greetings from Michigan the Great Lake State, donde hace un trabajo memorable que repetirá en Illinoise, nombrando parajes, ciudades y algunos vecinos. Aquí instrumentalmente se expande, utiliza vientos, el piano esta muy presente junto al banjo, que sera una de sus señas de identidad, y por supuesto hay otro montonazo de canciones, en este 15 más 6 de bonus tracks. A destacar las canciones "For the Widows in Paradise, For the Fatherless in Ypsilanti" con un notable trabajo de banjo, el instrumental con un xilófono de fantasía "Tahquamenon Falls" y la balada tranquila y relajante "Holland".
Seven Swans fue el siguiente paso de Sufjan. En este no despliega tantos instrumentos como en el anterior. Aquí ahonda en el trabajo con el banjo que está en muchas canciones y la temática bíblica es el hilo conductor de todo el disco. Todo se concreta más, con un mejor acabado. Y empiezan a haber canciones con entidad propia como "The Dress Looks Nice on You", el primer single de la carrera de Stevens con una preciosa combinación de guitarra y banjo, "Abraham" un tema ambiental con una guitarra minimalista y ampulosa o "In the Devil's Territory" con un combinación banjo-organo rítmica y poderosa y un toque al final de theremin.
Y llegamos al 2005 y con él, Illinoise. ¿Que contiene? Lo he estado escuchado otra vez durante estos dos días y en mi opinión recoge todo lo hecho anteriormente y que aquí son expuestos a su máxima potencia. Hay variedad estilistica, multitud de instrumentos tocados y como viene siendo costumbre, otro cargamento hasta arriba de canciones, en este disco hay ¡22!, aparte de desbarrar con los títulos de los temas, en ocasiones son kilométricos, como en el caso del segundo tema: "The Black Hawk War, or, How to Demolish an Entire Civilization and Still Feel Good About Yourself in the Morning, or, We Apologize for the Inconvenience but You're Going to Have to Leave Now, or, 'I Have Fought the Big Knives and Will Continue to Fight Them Until They Are Off Our Lands!'". Y aunque domino poco el inglés, (y que muchas cosas que aquí se cantan o que se hacen referencia, nunca las llegaré a captar), encuentro que es un disco muy completo, de como plasma todo el imaginario del estado de Illinois, tanto personajes, como ciudades y pueblos o incluso fenómenos bizarros como los avistamientos de ovnis, que han ocurrido en el aeropuerto de Chicago.
Demos un vistazo a las canciones. El disco comienza con una mezcla de piano y flauta con una orquesta al fondo en la canción "Concerning the UFO Sighting Near Highland, Illinois" , una canción tranquila y ampulosa. En "Come On! Feel the Illinoise!", tenemos a Sufjan en su medio, vientos, xilófonos, coros, exuberancia musical sin complejos, y en medio de la canción aún tiene tiempo para hacernos un guiño y nos cuela un pasaje del "Close To Me" de The Cure.
"Decatur, or, Round of Applause for Your Stepmother!" nos retrotrae un poco al espíritu del Seven Swans, con un aire campestre y las voces dobladas, y una triada fantástica entre guitarra, banjo y acordeón. "Casimir Pulaski Day", o la construcción de la balada perfecta sin que sea blanda o cansina, sino todo lo contrario, el banjo aquí insufla nervio y ritmo, sorprendiéndonos luego con un solo de trompeta. "The Seer's Tower", tema con tintes electrónicos y descendiente clara del segundo álbum de Sufjan, es un homenaje a la torre Sears de Chicago. "The Man of Metropolis Steals Our Hearts", en esta, el señor Stevens nos despliega algo de pirotecnia guitarrera, con unos coros infantiloides y claro, nombrando al hombre de acero, Superman.
"Jacksonville", un tema plácido donde conjunta un buen puñado de instrumentos, es un ejemplo de cómo con diferentes elementos, si se sabe hacer un buen trabajo de producción musical, no chirrían, sino que suenan como un todo homogéneo.
"John Wayne Gacy, Jr", una balada triste y biográfica, solo con piano, voz y guitarra, nos cuenta la historia de un famoso asesino en serie, pederasta y que se disfrazaba de payaso. Sin duda, un punto álgido del álbum.
Después de este álbum, Sufjan ha entrado en una etapa algo anodina. Sacó The Avalanche: Outtakes and Extras from the Illinois Album, que tiene todos los defectos de los álbumes de outtakes, lo encuentro aburrido y hasta repite una canción hasta tres veces. El siguiente fue un disco de canciones de Navidad, que por el mero hecho de su conceptualidad, no lo he escuchado y creo que tampoco lo haré. Y este año que cierra la década ha lanzado The BQE, todo un álbum orquestral, que personalmente me suena pomposo, árido y sin ningún aliciente.
Y he dejado para lo último la canción "Chicago". Creo que es la canción de esta década. Ya, ya, suena petulante y pedante. Quizás tendría de haber escuchado más música, no sé. Formó parte la banda sonora de Pequeña Miss Sunshine y Cristina Rosenvinge con Vetusta Morla hicieron una versión, creo que no demasiado acertada (la hicieron un poco lenta y con las guitarras peladas), pero almenos se agradece que tuvieran el buen gusto de interpretarla. Una sensación que tengo con esta canción es que creo que nadie ve que es una clara referencia a la novela On the Road de Jack Kerouac. Bueno, os dejo con esta maravilla. ¡Nos vemos luego!