No deja de ser paradójico encontrar melodías inmortales como esta versión de los Pixies, medio escondida en un anuncio de colonias y también ocurre con otras melodías que ya son inmortales. Incluso me surgió una media sonrisa todo el despliegue estético, pulcro, medio virginal y que la música que lo acompaña haya salido de la mente sórdida de Black Francis. Que siga sonando el piano en esta oscura tarde de noviembre...
Indudablemente inmortal. Abrazo.
ResponderEliminarSin duda, Juanjo. Lo que pasa es qeu me la encontrado en un anuncio de colonias y no he podido reprimir una sonrisa y un post en el blog...
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